
¿Eres acaso el "enterad@", o el "guaperas", o el "payaso", o el "compositor", o cualquiera de los muchos personajes que solemos representar para protegernos a nosotros mismos?
Sólo si somos capaces de hacer frente a nosotros mismos podremos aprender a confiar en que los demás habrán de aceptarnos como realmente somos. Por eso, pienso, que el cuestionarse a veces es signo de madurez.
Un día un joven le preguntó a Sócrates si debía casarse. La respuesta de este fue: "Si te casas, te arrepentirás; y si no te casas, te arrepentirás." Claro que hablando de Sócrates, podemos interpretarlo de otra manera: "Si te casas, te alegrarás; y si no te casas, te alegrarás"
No hay respuestas generales, cada persona y cada caso son diferentes, pero hablar con otra persona con confianza y discreción puede servirnos para aclararnos y orientarnos.
